UDELMELIPEUCO

Unidad de Desarrollo Económico Local de la Ciudadana Municipalidad de Melipeuco.

jueves, septiembre 01, 2005

Salmones con el agua al cuello





















Contribución de Manuel Gallardo Fuentes www.losquintosinfiernos.blogspot.com

Hay voces que pelean por hacerse escuchar. No siempre tienen cabida, ni cobertura de prensa. No por ello los mensajes son menos escandalosos. En algunos casos, es el portavoz el que garantiza que el mensaje sea atendido.

Esta semana, Douglas Tompkins eleva una voz de alerta respecto de los efectos de la industria salmonera en el sur de Chile. A su juicio, la salmonicultura esta provocando daños sociales, ambietales y sanitarios. La información aparece en el diario La Tercera de hoy, pero tiene antecedentes de larga data, que pocas veces aparecen contextuados.

Tompkins es partidario de establecer una moratoria a cualquier tipo de expansión de la industria salmonera en tanto “el público tenga una real oportunidad de saber lo que realmente está pasando".

Pero Tompkins no fue el primero en abordar el tema. En junio de este año, la ONG Veterinarios Sin Fronteras presentó un informe perentorio contra la industria “estrella” del sur de Chile. El documento -insinuantemente titulado "Salmones en Chile, el negocio de comerse el mar"- da cuenta de "gravísimos" impactos humanos y ambientales de las empresas multinacionales del salmón en la región de los grandes lagos de Chile. Así lo informó la Agencia EFE al mundo entero.

El tema no es menor para una industria que en los últimos 5 lustros se ha convertido en el principal pilar productivo de salmones de cautiverio. Hasta hace poco, Chile ostentaba un importante segundo lugar en el mundo, detrás de Noruega. Hoy los roles se han invertido, Chile produce y exporta más y a mejor precio. Ahí es, precisamente, donde nacen las dudas.

Gustavo Duch, director de Veterinarios Sin Fronteras sostiene que la producción de salmones "es sólo beneficiosa para las grandes multinacionales noruegas, para la empresa española Pescanova y para oligarcas chilenos", denunciando de paso que una de las empresas operadoras del rubro, Pescanova, goza de ayuda oficial del gobierno español para su internacionalización y añade que de las 12 empresas que concentran el 71 por ciento de todo el salmón producido en Chile, una de las destacadas es PescaChile, curiosamente filial de Pescanova.Pero no sólo de las redes comerciales se preocuparon los VSF. El mismo informe resalta que la producción de salmones es muy contaminante y contribuye a la destrucción de los ecosistemas. En 15 años han escapado unos cuatro millones de salmones de las granjas de acuicultura, una especie exótica en aguas chilenas, carnívora y sin competidores en esta área.OK. Pero la salmonicultura genera empleo.Un estudio realizado por los académicos Carlos Amtmann –actual rector de la Universidad Austral de Chile- y Gustavo Blanco, en el año 2001, estima que la industria salmonícola otorga 24.000 empleos directos y 10.000 indirectos, en las regiones X y XI, sin especificar las variaciones estacionales. Más conservador es Marcel Claude, quien en una publicación de Fundación Terram estima un total de 15.000 empleos directos y 8.000 indirectos, aclarando que “hay que tener presente que si bien no se conoce con exactitud el número real de trabajadores, ya que muchos tienen carácter de temporeros, gran parte de esta fuerza de trabajo está siendo sustituida por mejoras tecnológicas en los centros de cultivo con posterioridad a 1998”.VSF tiene otras cifras. El informe reconoce un empleo significativo que oscila entre 20.000 y 30 000 personas de manera directa y entre 10 000 y 15 000 de maneraIndirecta.El sector acuícola, según cifras oficiales, representa entre un 5,8% y 8,5% de la fuerza de trabajo ocupada de la X Región.Sin embargo, un punto clave en esta discusión es la calidad del trabajo asociado a la estabilidad y al salario propiamente tal. Así, mientras en la región de British Columbia en Canadá, la industria acuícola en conjunto destinó 37 millones de dólares en salarios durante el año 2001 a 1900 personas, la Undécima Región de Chile, durante 2000, aportó en salarios 5,3 millones de dólares. Dicho de otro modo, cuando un trabajador acuícola salmonero canadiense recibía en el año 2000 unos 1622 dólares al mes, uno chileno, en 2001, obtenía apenas 259 dólares, poco más de 150 mil pesos.La Región de Los Lagos históricamente se ha ubicado entre las que presentan menores ingresos salariales, característica asociada a una escasa oferta técnica de su población. Por lo mismo, no resulta extraño que el informe de VSF destaque el “desfase evidente entre la cantidad de empleo generado y la remuneración de ese empleo, solamente así puede explicarse que 9 de cada diez personas en estado de trabajar lo hace, mientras que 2 de cada diez vive en condiciones de pobreza”.Para conocer el resumen ejecutivo del informe "Salmones en Chile, el negocio de comerse el mar", visita: www.veterinariossinfronteras.org

1 Comments:

  • At 11:14 a. m., Blogger Aldea Diaguita said…

    La reacción de los salmoneros da demasiada pena, eso de calificar a Tompkins con Schaeffer revela su incapacidad de dialogar, de interponer razones lógicas y así enriquecer la discusión y llegar a algo de fondo.

    De nuevo sale a la palestra la limitada mentalidad de nuestros empresarios, eternos "patrones de fundo"

     

Publicar un comentario

<< Home